Mi nombre es Sarel Fonseca, soy originaria de Guanajuato México. Llegué a los Estados Unidos en 2002. vine porque mi esposo ya estaba aquí. Mi esposo fue de los afortunados que recibió la amnistía en 1986 y pudo aplicar para la residencia para toda la familia.

En el año 2012 me comencé a sentir muy mal al punto de que no podía ni estar sentada y con mucho dolor. En ese tiempo no tenía seguro médico y decidí venir otra vez a LCH sin cita y sin nada. El personal era otro, me recibieron muy amables, me encantó el servicio y desde entonces soy paciente de LCH. Antes los doctores se rotaban y eso no me gustaba mucho, pero ahora me atiende la misma doctora, la misma enfermera. Veo a las mismas personas todas las veces que vengo. Eso me hace sentir en confianza y segura. Ahora hasta mis hijos son pacientes de LCH. Yo soy paciente del centro de salud de la mujer y también de la clínica dental.

He tomado clases de inglés, no se todo, pero ya me puedo comunicar.  También tomé clases de Ciudadanía. No es lo mismo estudiar por mi cuenta, en estas clases aprendí a profundidad de que se trataba cada pregunta. Hace poco fui a New York y fue muy interesante visitar la Estatua de la Libertad porque sabía porque estaba ahí, de dónde vino, y cuándo vino. También he asistido a clases de Comiendo Fresco, donde he aprendido recetas saludables que he incorporado en mis comidas.

Hace un año me quedé sin trabajo, y LCH me ayudó a conseguir un nuevo empleo donde me siento muy contenta, tengo un buen horario y me impulsan a seguir creciendo profesionalmente.

De alguna forma sentía la necesidad de retribuir toda la ayuda que he recibido de LCH y la mejor forma que encontré fue ofreciéndome como voluntaria ya que puedo ayudar a LCH pero también puedo ayudar a la comunidad a conocer todos los servicios que LCH ofrece.

Me encantaría que más gente tomara ventaja de todos los beneficios que LCH ofrece como los paseos a Brandywine River Museum, Longwood Gardens y The Land Conservancy for Southern Chester County (TLC). Los paseos son gratis y los lugares hermosos.

En LCH yo me siento en familia. Todo el personal es muy amigable. Desde que entro a la oficina el personal de recepción me recibe con una sonrisa. LCH es mi segunda Familia.