Una historia de compasión
Kate paso muchos años de su vida viviendo en las sombras. Originaria del este de Europa, ella tuvo dificultades para poder pasar del lenguaje, cultura, y barreras socioeconómicas diarias que no la dejaban vivir una vida feliz y saludable.
Después de varios años estando sin hogar, un grupo de Iglesias locales de Oxford escucharon de la situación de Kate y se pudieron poner en contacto. The group of churches helped her find stable housing and employment.
Habían pasado años desde que ella había sido vista por un doctor, así que la llevaron a LCH. Durante su primera vista, Kate descubrió que tenía alta presión y diabetes. Nunca se había hecho un mamograma. Kate fue bienvenida cálidamente a LCH, y recibió chequeos regulares, acceso fácil a las medicinas que necesitaba para ayudarle a manejar sus condiciones, y también le asignaron un programa dietético. Ella fue tratada con bondad y dignidad.
Uno de los voluntarios de la iglesia reflexiono acerca del impacto del cuidado de LCH. “La vida de Kate comenzó a dar una vuelta, y mucho de eso fue por el cuidado de salud que ella recibió. En LCH, ella tuvo el sentimiento de ser tan importante como para que alguien cuidara de ella – algo que ella no había sentido por muchos años.”
Kate vino a LCH antes que el sitio en Oxford abriera, y antes que LCH comenzara a proveer servicios de salud mental. “Kate ha fallecido desde ese entonces, pero se hubiera beneficiado grandemente de tener LCH en su vecindario en Oxford. LCH está llenando un hueco muy profundo en Oxford. Cuidados de Salud de Calidad son muy importantes para cada ser humano, aunque hay muchos que no tienen acceso a eso.”