Mi nombre es Nilsa Ramírez y Edson es mi primer hijo. En su chequeo de rutina, su pediatra, la Dra. Brenn, diagnosticó a mi bebé con retraso en el habla expresiva y quería remitirnos a los servicios de intervención temprana.

No sabía que tenía un problema con el retraso en el habla expresiva hasta que visité la Oficina de Pediatría de LCH. Pensé que era normal, que algunos niños tardaran más que otros en comenzar a expresarse, y como mi niño solo tenía 18 meses, para mí era normal. Yo me asusté, pero la doctora dijo que yo podía empezar a trabajar con mi hijo dedicándole tiempo hablándole y leyéndole libros con regularidad, y que en su próxima visita le haría otra prueba para ver si notaba mejoría o no.

LCH me proporcionó algunos libros para comenzar a leerle a Edson. Comencé a dedicar todas mis tardes a mi niño; jugando, hablándole, y leyendo. Comencé a ver mejoría muy rápido, Edson comenzó a ser más activo y trataba de expresarse más. En la visita de seguimiento, la Dr. Brenn vio una mejoría y dijo que Edson estaba muy bien y que ya no cumplía con los criterios de retraso del habla expresiva. Me emocionó escuchar esta noticia. Gracias a los exámenes tempranos y la orientación que me brindó la Dr. Brenn, mi hijo ahora tiene un nivel de habla normal para su edad.