Como madre de dos hijos, Sofía* siempre ha puesto a su familia en primer lugar. Hace años—tanto que no recuerda exactamente cuándo—su familia empezó a venir a LCH. En ese entonces, solo había una oficina. “Estábamos buscando un proveedor, y cuando escuchamos sobre LCH, supimos que teníamos que venir aquí”, comenta su esposo. Desde entonces, LCH se ha convertido en un refugio seguro de atención médica y apoyo para toda la familia.

Desde chequeos de rutina hasta atención médica compleja y apoyo en salud mental, su familia ha recibido atención integral en cada paso del camino. “Nos sentimos bien y nos han atendido muy bien”, comparte Sofía, con una cálida sonrisa.

El equipo de Asistencia Social de LCH ayudó a Sofía a inscribirse en el seguro médico y a acceder a recursos comunitarios esenciales para apoyar a su hijo. También está profundamente agradecida con el equipo de atención médica, que escucha, apoya y acompaña a su familia en todo momento. “Amanda ha sido excelente con mi hijo. Lo ha ayudado mucho”, comparte Sofía.

Para Sofía, LCH no es solo un centro de salud—es el lugar donde comenzó su recuperación y donde su familia sigue fortaleciéndose. Su esposo añade con sincera gratitud: “He visto que atienden a las personas de manera profesional, y para nosotros han sido de gran ayuda.”

Su historia es una historia de confianza que va más allá de la consulta. En LCH, han encontrado más que apoyo—han encontrado un lugar donde su familia puede prosperar.

*Sofía es un seudónimo. Nuestra paciente ha preferido mantener el anonimato.